Por Lucas Moyano*
COMPUTACIÓN CUÁNTICA: DESAFÍOS PARA LA CIBERSEGURIDAD EN LA JUSTICIA
SU POSIBLE UTILIZACIÓN EN LA COMISIÓN DE ILÍCITOS. ¿LAS FIRMAS DIGITALES ESTARÁN SEGURAS?
Los avances tecnológicos prometen beneficios trascendentales para la sociedad, con el potencial de revolucionar campos tan diversos como la medicina, al acelerar el descubrimiento de fármacos que salven vidas; la ciencia de materiales, mediante la creación de compuestos con propiedades hasta ahora inimaginables; las finanzas, optimizando estrategias de inversión; y la inteligencia artificial, potenciando su capacidad de aprendizaje automático. No obstante, estos mismos progresos representan una amenaza latente para nuestra ciberseguridad. Como toda herramienta inherentemente amoral, su impacto, benéfico o perjudicial, dependerá enteramente de la intención de quien la utilice.
Actualmente, la protección de nuestros datos e información digital reside en una capa invisible: la criptografía. Este escudo digital resguarda nuestros mensajes, transacciones bancarias, historiales médicos e infraestructuras críticas. Sin embargo, la llegada de la computación cuántica amenaza con vulnerar y quebrar los sistemas de cifrado.
La computación cuántica constituye un paradigma computacional novedoso que explota los principios de la mecánica cuántica para abordar problemas de complejidad intratable para las computadoras clásicas. A diferencia de estas últimas, que se basan en bits con valores binarios de 0 o 1, las computadoras cuánticas emplean cubits (bits cuánticos). Estos cubits poseen la capacidad única de representar ambos valores simultáneamente, gracias al principio de superposición, lo que multiplica exponencialmente su poder de cálculo.
Ante este panorama, surge una pregunta fundamental: ¿qué impacto podría tener este avance tecnológico en el ámbito de la justicia?
Entre los efectos positivos, la integración de la computación cuántica con la inteligencia artificial (IA) presenta el potencial de transformar radicalmente la administración de los procesos legales. Esto podría optimizar la gestión de casos, robustecer la seguridad de la información y agilizar el acceso a la justicia, permitiendo analizar vastos conjuntos de datos, predecir posibles desenlaces judiciales y automatizar trámites legales, lo que reduciría considerablemente los tiempos de resolución de conflictos.
No obstante, uno de los impactos más inmediatos y significativos de la computación cuántica se encuentra en el ámbito de la ciberseguridad principalmente por su potencia para superar la criptografía actual, que es la base de la seguridad de la información digital utilizada en el sistema judicial.
En este punto debemos recordar que la Justicia Argentina confía e implementa la criptografía para garantizar la seguridad y autenticidad de la información digital, ello se logra a través de métodos como el cifrado, que resguarda los datos contra accesos no autorizado, y las firmas digitales añaden una huella única a documentos y correos electrónicos brindando seguridad en el intercambio de información, garantizando la autenticidad –identificación fehaciente del firmante-, la integridad –verificación que el contenido no ha sido modificado luego de la firma-, y la validez jurídica –equivalente a la firma manuscrita– del documento firmado digitalmente.
Esta seguridad, sin embargo, se ve amenazada con la computación cuántica. El algoritmo de Shor, desarrollado por el matemático Peter Shor, permite a las computadoras cuánticas de la potencia necesaria para factorizar números grandes y resolver problemas de logaritmos discretos en un tiempo razonable. En la práctica significa que, una computadora cuántica lo suficientemente potente podría obtener la clave privada a partir de la clave pública, permitiendo a un atacante fingir firmas digitales que parecerían legítimas.
Las consecuencias de esta capacidad son alarmantes. La falsificación de firmas digitales, se convierte en una posibilidad real, permitiendo a ciberdelincuentes generar firmas digitales apócrifas, falsificar documentos, contratos y transacciones. Esto facilitaría la suplantación de identidades digitales y la autenticidad de la evidencia digital se pondría en duda.
Además, la brecha en la criptografía actual expondría la confidencialidad de los expedientes judiciales, dejando al descubierto datos sensibles, y abriría la vía a la manipulación de la evidencia digital, comprometiendo su autenticidad e integridad.
En un contexto donde la justicia argentina se esfuerza por modernizarse y adoptar los avances tecnológicos, estas nuevas amenazas nos obligan a mirar hacia el futuro con urgencia. Anticipar y fortalecer la ciberseguridad de los expedientes judiciales se vuelve una tarea prioritaria e ineludible ante la inminente llegada de la era cuántica.
Pero los desafíos no terminan ahí. Imaginemos un escenario aún más inquietante: la computación cuántica uniendo fuerzas con la Inteligencia Artificial para fines delictivos
La computación cuántica podría acelerar significativamente el desarrollo y las capacidades de la inteligencia artificial (IA) ya que conforme a su utilización podría potenciar la acción delictiva al permitir:
Conclusión:
Es importante señalar que la computación cuántica aún se encuentra en una etapa relativamente temprana de desarrollo. La construcción de computadoras cuánticas lo suficientemente potentes y estables como para representar una amenaza real para la criptografía actual.
Sin embargo, esta realidad no debe inducirnos a la inacción. Por el contrario, debería impulsarnos a prepararnos para un futuro que se acerca rápidamente. En mi opinión, la adopción de medidas proactivas se vuelve esencial, incluyendo:
Todo lo anterior debe ir acompañado de un desarrollo legislativo que aborde desafíos planteados por la computación cuántica. Este marco legal debe centrarse en la protección de la seguridad de la información ante la latente amenaza de la ruptura de la criptografía actual. Asimismo, debe establecer marcos legales para promover la innovación y el desarrollo de tecnologías cuánticas, considerando aspectos fundamentales como la privacidad y las implicaciones éticas, sin dejar de lado la penalización de su uso con fines ilícitos.
* Fiscal. Especialista en Cibercrimen y Evidencia Digital. Autor del Libro “Ciberdelitos. Como Investigar en Entornos Digitales”, Editorial Hammurabi.