Por Agustín Ariel Chalhub*
EL CONTRATO SAAS: PRINCIPALES DIFERENCIAS CON EL CONTRATO DE DESARROLLO DE SOFTWARE TRADICIONAL
Introducción
El avance en la digitalización impulsó el uso de herramientas tecnológicas en el ámbito empresarial. Una de las soluciones más populares es el contrato SaaS (“Software as a Service”), un modelo que optimiza tiempo, recursos y facilita la gestión empresarial.
A continuación, te explico qué es este tipo de contrato, sus principales características y en qué se diferencia de un contrato de desarrollo de software tradicional.
¿Qué es un contrato SaaS?
Un contrato SaaS es un acuerdo bilateral entre una empresa y el proveedor de software. En este modelo, el proveedor ofrece acceso a un software alojado en una plataforma en línea, mientras que la empresa paga por su uso mediante una suscripción recurrente.
El proveedor no solo distribuye el software, también se encarga del mantenimiento, almacenamiento seguro de los datos y actualizaciones. Este modelo, alojado en la nube, permite acceder al software desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Características principales de un contrato SaaS
Diferencias con un contrato de desarrollo de software tradicional
A continuación, se detallan las diferencias claves entre un contrato SaaS y un contrato de desarrollo de software tradicional:
- Propiedad del software
Generalmente, en el modelo tradicional el cliente adquiere el derecho de uso perpetuo de un software diseñado específicamente para sus necesidades, mientras que en SaaS el cliente accede al software bajo un modelo de licencia temporal por suscripción.
- Personalización
Los contratos de desarrollo de software tradicional se centran en la creación de soluciones a medida, mientras que en el modelo SaaS, el cliente utiliza un software estándar que puede ofrecer cierta adaptabilidad, pero sin personalización completa.
- Implementación
Un desarrollo tradicional suele requerir un proceso de instalación y configuración en los servidores del cliente, mientras que un SaaS es accesible de inmediato desde la nube, eliminando costos iniciales de implementación.
- Mantenimiento y soporte
En SaaS, el mantenimiento, las actualizaciones y las mejoras continuas son responsabilidad del proveedor, mientras que, en un contrato tradicional, estas tareas suelen requerir negociaciones y pagos adicionales.
Conclusión
El contrato SaaS se consolidó como una solución innovadora que simplifica procesos y mejora la eficiencia empresarial. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus diferencias con los modelos tradicionales al evaluar cuál es el más adecuado para las necesidades de tu negocio.
La elección entre ambos dependerá de las necesidades específicas de cada organización, considerando factores como presupuesto, requerimientos técnicos, necesidad de personalización y capacidad de gestión interna. Mientras el SaaS brinda agilidad y reducción de costos iniciales, el desarrollo tradicional ofrece mayor control y adaptación a necesidades particulares.
En cualquier caso, sea cual sea la modalidad elegida, es fundamental que las partes contratantes suscriban un acuerdo claro, detallado y ajustado a las particularidades del modelo SaaS o de desarrollo tradicional. Un contrato bien estructurado debe definir derechos, obligaciones, niveles de servicio, seguridad de los datos y mecanismos de resolución de conflictos, minimizando así riesgos jurídicos y operativos. La transparencia en los términos y la adaptación a las normativas vigentes no solo garantizan una relación comercial sólida, sino que también protegen los intereses de ambas partes, asegurando el éxito y la continuidad del servicio.
* Abogado (UBA) especializado en Litigios y tecnología. Posgrado en Cibercrimen y Evidencia Digital de la Universidad de Hartmann.
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