Por Lucas Moyano*
"TAKE IT DOWN" ELIMINACIÓN DE CONTENIDO: UN ESCUDO NECESARIO CONTRA LOS DEEPFAKES Y LA VIOLENCIA DIGITAL.
UN ANTECEDENTE QUE ARGENTINA DEBE SEGUIR
La explotación en línea, particularmente la distribución no consentida de imágenes íntimas y la creación de deepfakes, ha sido un problema creciente en los últimos años. La tecnología de inteligencia artificial (IA) ha facilitado la creación de imágenes y videos falsos que pueden ser utilizados para acosar, intimidar y dañar a las víctimas.
Las víctimas, en su mayoría mujeres y adolescentes, sufren un daño psicológico y de reputación devastador, que, muchas veces, no encuentra una respuesta legal rápida y efectiva. Mientras tanto, las plataformas digitales, que son donde se difunde este contenido, no han logrado frenar este problema con sus métodos actuales.
La ley "Take It Down" sancionada en los Estados Unidos, en pocas palabras, busca proteger a las personas, especialmente mujeres y menores de edad, del abuso digital que se da cuando se publican o difunden imágenes intimas sin su consentimiento, ya sean reales o creadas artificialmente. Esta norma se alza además como un faro que debe observarse y más importante aún, como un camino a seguir para proteger a los ciudadanos en este entorno digital cada vez más hostil.
Como mencioné en mi libro "Ciberdelitos: Cómo investigar en entornos digitales" Editorial Hammurabi ([1]), "la incesante evolución de la tecnología impone a los sistemas jurídicos el desafío de una actualización constante para no quedar desfasados ante nuevas formas de criminalidad". La aparición de los deepfakes y la facilidad para difundir contenido íntimo sin consentimiento son ejemplos claros de esta evolución que exige una respuesta legislativa específica y contundente en Argentina.
¿Qué es la ley "Take It Down"? Ley de herramientas para hacer frente a la explotación conocida mediante la inmovilización de falsificaciones tecnológicas en sitios web y Redes
La ley "Take It Down" (es la primera ley federal de Estados Unidos diseñada específicamente para abordar dos fenómenos crecientes y devastadores de la era digital:
Establece responsabilidad penal: Sanciona a aquel que que comparten a sabiendas representaciones visuales íntimas no consentidas, incluidas las manipulaciones digitales realistas conocidas como "deepfakes"
Esta ley, de forma sencilla, prohíbe la publicación a propósito de imágenes íntimas de adultos en internet bajo ciertas condiciones. Para que sea ilegal, la persona representada debe haber tenido una expectativa razonable de privacidad, la imagen no debe haber sido divulgada voluntariamente de forma pública o comercial, y la imagen no debe representar un asunto de interés público. Y lo que es más importante, la publicación debe tener la intención de causar daño o provocar realmente un daño psicológico, financiero o de reputación
La ley impone la obligación a las plataformas tecnológicas a:
El Impacto en Argentina: Una Urgente Necesidad de Actualización
Para Argentina, la implementación de "Take It Down" tiene implicaciones directas e indirectas que no podemos ignorar, tanto desde el ámbito legal como desde una perspectiva más general:
Conclusiones: La Urgencia de Ponernos a Tono
La ley "Take It Down" de EE. UU. no es solo una norma para proteger a sus ciudadanos; es una muestra de cómo evoluciona la lucha global contra la violencia digital. Argentina, como parte de la comunidad internacional y con una población tan conectada, tiene la obligación moral y legal de garantizar un espacio digital seguro para todos.
Es fundamental que nuestro Poder Legislativo acelere el tratamiento y la sanción de leyes que criminalicen de manera específica y efectiva la difusión no consentida de contenido íntimo y la creación/distribución de deepfakes. Asimismo, debe establecer obligaciones claras y contundentes para las plataformas digitales, en línea con los estándares internacionales que están surgiendo, forzando su colaboración activa en la remoción de este tipo de contenido.
La pasividad legislativa en este ámbito no solo expone a miles de víctimas a daños irreparables en su intimidad y reputación. Para Argentina, tomar este antecedente no es solo una opción, es una necesidad impostergable.
Necesitamos garantizar que el ciberespacio sea un lugar seguro y que las víctimas que sufren estas agresiones obtengan la justicia y la protección que les corresponde.
La pregunta que debemos hacernos ya no es: si es posible regular la difusión no consentida de imágenes intimas o Deepfake, sino ¿cuándo nuestra legislación dará este paso fundamental?
* Fiscal. Especialista en Cibercrimen y Evidencia Digital. Autor de Ciberdelitos Como Investigar en Entornos Digitales. Editorial Hammurabi.
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